viernes, 31 de octubre de 2008

Visita a la Biblioteca de la UPO

Si la semana anterior, la visita a la biblioteca de la universidad de sevilla ya fue interesante, la de esta semana la ha superado. Y en realidad, no porque tenga más fondos o sea mejor o peor, sino simplemente es que era la biblioteca de nuestra universidad, donde nos pasamos la mitad del tiempo que estamos en la universidad. Si la semana anterior me quedaba sorprendida por la cantidad de fondos antiguos que posee la biblioteca de la Universidad de Sevilla y de los documentos que tiene en su archivo histórico, en este caso me ha gustado mucho más porque hemos podido ver como funciona realmente una biblioteca universitaria. Es decir, cómo se solicitan los libros, cómo se reciben, cómo se catalogan, cómo se preparan para ponerlos a disposición del usuario, cuales son los distintos trabajos que se pueden hacer en la biblioteca, etc. En fin, un sin fin de actividades que hasta el momento pasan siempre desapercibidas pero que son parte del trabajo fundamental del bibliotecario, y que gracias a esta visita hemos podido ver más de cerca.

Y con esta entrada aprovecho un poco para reivindicar el papel del bibliotecario, que ya el miércoles nos dijeron un poco que estaba infravalorado. Que nos creemos que el bibliotecario sólo consulta libros, se pone a leerlos o se pasa la mayor parte del tiempo sin hacer apenas nada y es todo lo contrario. Es un trabajo duro, muy mecanico y constante, que está muy poco valorado, y sin ese trabajo tan necesario en nuestra biblioteca, nosotros los usuarios universitarios no tendríamos nada que hacer. Es un poco valorar el trabajo de la persona que está detrás del mostrador, de la que tantas veces nos quejamos porque no haya ejemplares o se hayan perdido o no se hayan devuelto, y sobre todo el trabajo de las personas que ya no están en mostrador sino que están detrás preparando todo para que los del mostrador nos puedan atender lo mejor posible. Es un trabajo un poco fantasma, que nadie valora, pero sin el cual no podríamos hacer nada.

miércoles, 29 de octubre de 2008

Visita a la Biblioteca de la Universidad de Sevilla

La visita a la Biblioteca de la Universidad de Sevilla la semana pasada fue desde luego fructífera y muy enriquecedora. Para mí desde luego, la biblioteca de la universidad ofrecía muchos alicientes como biblioteca universitaria, pero la conocía muy poco, pues tras conocerla un poco más en profundidad gracias a lo que nos explicaron el otro día, puedo decir que es más interesante todavía.

Lo más sorprendente y lo que más útil me pareció todo fue algo totalmente desconocido para mí: el Archivo Biográfico de Portugal, Iberoamérica y España, donde guardan todas las biografías de todos los personajes que han aparecido o sido nombrados en los archivos o los fondos, algo que te ofrece unas posibilidades increibles de investigación, pues a la hora de investigar y estudiar algún personaje en cuestión, sin saber muy bien por donde empezar, es el mejor comienzo. Pero con lo útil que es, este archivo está tan desconocido que no se puede sacar la rentabilidad que realmente tiene.

Así mismo es sorprendente la cantidad de fondos que posee la Biblioteca de la Universidad de Sevilla, muchos de esos fondos, fondos antiguos que merecen la pena ser estudiados, y el desconocimiento que tenemos sobre ellos. Fondos tan interesantes como los que nos presentó para el propio estudio de la imprenta, y que precisamente pensamos que no son asequibles y al contrario, es ahora cuando más oportunidades tenemos de acercarnos a esos fondos, como estudiantes, en una biblioteca tan cercana para nosotros como puede ser una biblioteca universitaria.

Desde luego, una visita que merece la pena, más que nada por que ha sido una visita reveladora, descubriendo más posibilidades de las que se piensa que tenemos. Después de todo, como universitarios, tenemos la ventaja de poder profundizar en tantos libros como queramos. Hay está nuestra labor, más allá de lo estrictamente necesario, seguir leyendo y seguir descubriendo.

martes, 21 de octubre de 2008

¿Bibliotecas Virtuales o Bibliotecas Reales?

El otro día hablando en clase sobre el futuro de las bibliotecas y sobre cómo éstas van evolucionando cada vez más hacia modelos más utilitarios, dinámicos y menos tradicionales, me dio pie a plantearme si realmente las mejoras ofrecían más ventajas que desventajas.

Para empezar, es cierto que con las nuevas tecnologías y el planteamiento de los CRAI no hay duda que aparentemente son ventajas: mayor disponibilidad de los recursos, lectura de los ejemplares electrónicos desde diferentes puntos, posibilidad de reproducción de ejemplares, material digital y recursos suficientes como para trabajar en diferentes soportes, etc.

Pero realmente, por muchas facilidades que se presenten, hay que plantearse si realmente el usuario cambiará, porque pienso que no es así. Porque aunque se presentan muchas posibilidades, el usuario será el mismo. Hasta tal punto que introducir al usuario tradicional en un nuevo contexto también sería problemático. Un usuario acostumbrado al contacto directo con el ejemplar y a buscar en un catálogo bibliotecario tradicional, le costará y le resultará más complejo introducirse en el mundo de las nuevas tecnologías.

Y si las nuevas mejoras son para atraer al nuevo público y a los nuevos usuarios más abiertos a acercarse a las nuevas tecnologías, hasta que punto tiene el éxito suficiente como para que el nuevo usuario pueda desenvolverse con total libertad en los nuevos centros como para que la revolución del concepto de biblioteca se llevara a cabo.

Sin duda estoy a favor del cambio, siempre que sea para bien, pero no creo que sea necesario perder nunca el espíritu original de una biblioteca, que realmente es el encanto de la misma: perderse entre los miles de libros buscando y descubriendo poco a poco y libro tras libro un nuevo conocimiento que te lleve a otro.

La Web 2.0

Sin duda cuando en clase nos hablaron de la Web 2.0 no me pude imaginar que se refería a herramientas de internet que uso tan diariamente como Tuenti, Facebook, MySpace o Wiki. Pero aún sabiendo realmente que se refieren a dichas utilidades, me seguía preguntando en que consiste realmente esta nueva Web y por qué es tan distinta de la anterior.
Ante la duda, quise saber más sobre ella y le pregunté a un amigo que está estudiando Informática y me explicaba en qué consistía la denominada Web 2.0, a la que los propios informáticos denominan la Web Semántica. Me lo explicó con un ejemplo tan claro que quería reflejarlo aquí por si a alguien le resultaba igual de ilustrativo de lo que me resultó a mí.
Según me explicaba, la Web 2.0 o Web Semántica es una nueva versión de internet basada en el significado y no tanto en la sintaxis. Es decir: para un informático o programador de páginas web lo que importa es la forma en la que se escribe un determinado contenido y no cómo lo expresemos nosotros. Por ejemplo, cuando realizamos una búsqueda en cualquier tipo de buscador, para el ordenador no es lo mismo decír 1+4 que 2+2, cuando realmente sí es lo mismo.
Basándose en esto, la Web 2.0 utiliza este tipo de Web Semántica que acepta ambas acepciones como la misma, pues se refieren a lo mismo, e introduce un nuevo factor, el factor del usuario, que es determinante en este tipo de web. Es el usuario el que mantiene viva la página y no el programador de la pagina web inicial. Esa interacción constante del usuario es lo que hace que sea tan novedosa y el futuro de las Webs.
Para más información aquí os dejo el enlace de Wikipedia, que lo explica obviamente mejor que yo: http://es.wikipedia.org/wiki/Web_2.0

miércoles, 8 de octubre de 2008

BIENVENIDOS

Bienvenidos al nuevo blog de Biblioteconomía, una nueva experiencia para mí y para todos los que estamos en esta asignatura. Daros la bienvenida a todos a mi blog y espero que os guste el diseño que le estoy dando, que ahora mismo está en proceso de construcción. En breve colgaré mi primera entrada contando mis impresiones sobre esta nueva herramienta. Sed bienvenidos y disfrutar del paseo por la red