miércoles, 10 de diciembre de 2008

Los servicios de la Biblioteca de la UPO ¿Todos, todos?

Sobre este tema que hemos visto de los servicios de usuarios que ofrecen las bibliotecas, y cómo poco a poco cada vez más servicios se ponen a nuestra disposición, he querido hacer una comparación con nuestra biblioteca de la Olavide. Ver que servicios oferta, cuales son los que todavía les queda por ofrecer, y algunos, mucho más fáciles de ofrecer, puede poner y no pone. Veamos algunos de ellos.

La biblioteca hoy por hoy nos ofrece servicios clásicos como el préstamo, el préstamo interbibliotecario, la petición de libros para adquisición, las publicaciones períodicas, la formación de usuario, el préstamo de ordenadores portátiles, el uso de instalaciones como mediateca y salas de estudio y de trabajos en grupo, salas de reprografía y el acceso a las nuevas tecnologías.

Pero nos falta mucho más. Nos falta un aula de idiomas; nos falta una sala de conferencias y otra sala de exposiciones (que se han proyectado para la ampliación de la biblioteca), nos falta salas de recursos digitales o de montaje audiovisual (videos, sonidos) para trabajos en diferentes formatos, etc. Pero són proyectos hacia los que se tiende con la generación del concepto de los CRAI.

Sin embargo exiten otros servicios que la biblioteca podría ofrecer y que son mucho más fácil de lo que se piensan. Lo que más le hace falta a esta biblioteca es una sala de descanso. Una sala de descanso donde poder hablar por telefono cuando te llaman en mitad de la biblioteca y no tener que salir de ella; una sala de descanso donde tomarse un café tranquilamente y charlando y no tener que salir corriendo para que el vigilante te eche nada más sacarlo de la máquina; una sala de descanso para leer en unos cómodos sillones revistas sobre la biblioteca, sobre temas de actualidad, o incluso el periódico, relajadamente. Porque al fin y al cabo, lo que esta sala de descanso te permite es sin salir de la biblioteca alternar entre un ambiente más de estudio y un ambiente más relajado.

Hasta aquí dejo mi listado de sugerencias.

lunes, 8 de diciembre de 2008

Pobres usuarios... que no saben lo que hacen...

Al dar el tema del formato Marc y de la CDU se me planteó una duda que me parece interesante comentaros. Nosotros porque somos estudiantes de Biblioteconomía, porque nos interesa el mundo de las bibliotecas y demás, pero ¿os habéis dado cuenta el gran desconocimiento que existe sobre el tema? Y me refiero en general. Podría ponerme a analizar cada una de las bibliotecas, pero pongamos el ejemplo de la biblioteca universitaria, que es el que nos queda más cercano.
A pesar de que todo este proceso está automatizado, el de catalogación y descripción, el trabajo del bibliotecario es indudable. Y sin embargo el usuario no tiene ni idea de como acceder a la información. Bien es verdad que en los registros bibliográficos gracias a esta asignatura, y sobre todo con el formato Marc, podemos ver más datos de los que en principio hubieramos visto, pero el hecho es que el usuario normal, sin ningún tipo de conocimiento previo sobre la biblioteca, no ve ni si quiera la información básica del formato etiquetado. Os pongo un ejemplo.
Este año porque estamos en cuarto de carrera, sería ya un poco vergonzoso decir que aún conozco gente que no sabe encontrar un libro en la biblioteca, pero es cierto, no lo diré por respeto, pero incluso en tercero ya ocurría. Pero pondré y recordaré el caso más típico. Segundo de carrera. Asignatura de Historia Moderna. Debemos hacer un trabajo de investigación que contenga al menos 20 libros citados en la bibliografía, los cuales deben haber estado al menos citados a pie de página una vez en el trabajo. Un trabajo aparentemente sencillo, pero no lo fue por el hecho de elaborar un tema prácticamente de cero sobre el que era complicado encontrar bibliografía.
La verdad es que no era tan complicado era encontrar la bibliografía. Uno se pone a buscar y a buscar en la Biblioteca y se encuentran muchas cosas. Eso sí, hay que buscar bien. Pues recuerdo que fue toda una Odisea para el resto de mis compañeros. No sólo buscar en el Catálogo, saber buscar me refiero, y sobre todo encontrar o saber hallar los resultados de la búsqueda en el catálogo, sino que además no sabían siquiera localizar los libros dentro de la biblioteca ni en qué estantería estaban.
En segundo de carrera, ya en tercero e incluso en cuarto, todavía hoy me encuentro con gente que me viene totalmente cortada y me pregunta: ¿Oye, me ayudas a buscar este libro, que tú siempre lo encuentras? Y el fallo no es tanto del usuario, ni me atrevería a echarle la culpa al bibliotecario. El fallo en sí es el hecho de no haber existido un programa en primero de carrera o al entrar en la universidad que diga al usuario como moverse en la biblioteca, porque eso al final se echa en falta y por nimiedades como estas, al final el usuario no acaba sacándole partido a todos los recursos que se le presentan, pues de hecho, no sabe ni que existen.