Sobre este tema que hemos visto de los servicios de usuarios que ofrecen las bibliotecas, y cómo poco a poco cada vez más servicios se ponen a nuestra disposición, he querido hacer una comparación con nuestra biblioteca de la Olavide. Ver que servicios oferta, cuales son los que todavía les queda por ofrecer, y algunos, mucho más fáciles de ofrecer, puede poner y no pone. Veamos algunos de ellos.
La biblioteca hoy por hoy nos ofrece servicios clásicos como el préstamo, el préstamo interbibliotecario, la petición de libros para adquisición, las publicaciones períodicas, la formación de usuario, el préstamo de ordenadores portátiles, el uso de instalaciones como mediateca y salas de estudio y de trabajos en grupo, salas de reprografía y el acceso a las nuevas tecnologías.
Pero nos falta mucho más. Nos falta un aula de idiomas; nos falta una sala de conferencias y otra sala de exposiciones (que se han proyectado para la ampliación de la biblioteca), nos falta salas de recursos digitales o de montaje audiovisual (videos, sonidos) para trabajos en diferentes formatos, etc. Pero són proyectos hacia los que se tiende con la generación del concepto de los CRAI.
Sin embargo exiten otros servicios que la biblioteca podría ofrecer y que son mucho más fácil de lo que se piensan. Lo que más le hace falta a esta biblioteca es una sala de descanso. Una sala de descanso donde poder hablar por telefono cuando te llaman en mitad de la biblioteca y no tener que salir de ella; una sala de descanso donde tomarse un café tranquilamente y charlando y no tener que salir corriendo para que el vigilante te eche nada más sacarlo de la máquina; una sala de descanso para leer en unos cómodos sillones revistas sobre la biblioteca, sobre temas de actualidad, o incluso el periódico, relajadamente. Porque al fin y al cabo, lo que esta sala de descanso te permite es sin salir de la biblioteca alternar entre un ambiente más de estudio y un ambiente más relajado.
Hasta aquí dejo mi listado de sugerencias.
La biblioteca hoy por hoy nos ofrece servicios clásicos como el préstamo, el préstamo interbibliotecario, la petición de libros para adquisición, las publicaciones períodicas, la formación de usuario, el préstamo de ordenadores portátiles, el uso de instalaciones como mediateca y salas de estudio y de trabajos en grupo, salas de reprografía y el acceso a las nuevas tecnologías.
Pero nos falta mucho más. Nos falta un aula de idiomas; nos falta una sala de conferencias y otra sala de exposiciones (que se han proyectado para la ampliación de la biblioteca), nos falta salas de recursos digitales o de montaje audiovisual (videos, sonidos) para trabajos en diferentes formatos, etc. Pero són proyectos hacia los que se tiende con la generación del concepto de los CRAI.
Sin embargo exiten otros servicios que la biblioteca podría ofrecer y que son mucho más fácil de lo que se piensan. Lo que más le hace falta a esta biblioteca es una sala de descanso. Una sala de descanso donde poder hablar por telefono cuando te llaman en mitad de la biblioteca y no tener que salir de ella; una sala de descanso donde tomarse un café tranquilamente y charlando y no tener que salir corriendo para que el vigilante te eche nada más sacarlo de la máquina; una sala de descanso para leer en unos cómodos sillones revistas sobre la biblioteca, sobre temas de actualidad, o incluso el periódico, relajadamente. Porque al fin y al cabo, lo que esta sala de descanso te permite es sin salir de la biblioteca alternar entre un ambiente más de estudio y un ambiente más relajado.
Hasta aquí dejo mi listado de sugerencias.